Visita a la Casa Museo del Ratoncito Pérez

Ayer, 16 de noviembre, los alumnos del primer ciclo asistieron, junto a las profes y dos mamás voluntarias, a la actividad complementaria programada para este trimestre. 

Consistió en la visita a la Casa Museo del Ratoncito Pérez, situada en la céntrica calle Arenal.

Al llegar separaron a los alumnos en dos grupos. La visita comenzó en un pequeño auditorio, donde la guía y gran experta en la vida y obra del Ratón Pérez, explicó un poco la histroria del Ratón y de un niño al que conoció hace mucho tiempo y que en realidad era príncipe. Él mismo llevó al niño a conocer su casa, a su familia (mujer, dos hijas y un hijo) y a repartir dientes por Madrid.

Después, pasaron al museo del Ratón Pérez. Allí había algunas cosas de su propiedad, como llaves, libros, juguetes, las bolsitas mágicas donde lleva los dientes y los cambia por juguetes, cartas de amigos ilustres, entre otros a Goya, Falla, Picasso, Alfonso XII...

A continuación, pasaron a través de una puerta chiquitita con luces de colores al despacho del ratón, donde se encuentra un mapa del mundo con puntos que señalan las distintas fábricas repartidas por el planeta y en las que se reciclan los dientes recogidos. 

De allí a una habitación donde se encontraba una réplica de la casita del ratón con todas sus habitaciones y objetos personales. Allí es donde casi todos los niños sintieron, vieron y notaron al ratón. ¡¡Algunos incluso aseguran que llegaron a vislumbrar sus bigotes, su cola o le vieron pasar de refilón!!

Además de todo esto, también había un buzón donde los alumnos podían dejar los dibujos y cartas.

En la última habitación en la que entraron, pusieron un video donde ayudantes del ratón explicaban para qué querían los dientes y que hacían con ellos, que no es otra cosa que estudiarlos, medirlos y transformarlos en polvo, que vuelven nuevamente a sus respectivos dueños para hacerlos más grandes y más fuertes. 

Por último, hicieron una curiosa aclaración... Algunas veces los ratones se equivocan y a un niño estudioso le reenvían polvo de uno que no lo es, o a uno que no le gusta la música el de uno que toca perfectamente el piano, pero estos son los casos raros...

Solo queda decir que fue una excursión estupenda; como siempre, destacar el buen comportamiento que muestran nuestros alumnos cada vez que es necesario y, solo me queda agradecer a Pilar, maestra del centro que fue en mi lugar, que cuidó estupendamente de los niños y a Eva y a Manuela por ofrecerse a acompañarles a la visita, darme un feedback completísimo de la visita y proporcionarme alguna foto para poder colgarla en el blog...

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